El olfato es el sentido más importante para los perros, más aún que la vista y el olfato. Un perro ante un estímulo nuevo, siempre intentará olerlo, para asegurarse de si en su memoria olfativa tiene el recuerdo de un olor similar.
Para hacernos una idea, un humano tiene alrededor de 5 millones de células olfativas, mientras que los perros tienen entre 200 y 300 millones, es decir, los perros tienen unas cuarenta veces más células que nosotros. Es por eso que en muchas situaciones en las que nosotros no somos capaces de oler nada, vemos a nuestros perros totalmente absortos olisqueando algo.
El olfato es además un gran medio de comunicación entre perros, ya que les permite mediante la orina y el marcaje dejar “mensajes” en aquellos lugares por los que pasan, para que otros perros puedan recibirlos mucho tiempo después de que hayan pasado por ahí. En los paseos diarios nuestros perros reciben muchísima información, ya que saben en todo momento que perros han pasado por la misma zona, si son machos, hembras, si están en celo… ¡Y todo esto solo mediante el olfato! Imaginaos salir a pasear, y recibir en vuestro móvil mensajes avisando de todas las personas que han pasado por ahí en el último día, así es como se siente nuestro perro. Por eso es muy importante que les dejemos olisquear y que les demos su tiempo para recibir todos esos mensajes y toda la información. A nosotros también nos fastidia cuando un mensaje o una llamada nos llegan a la mitad o se cortan, ¿no es cierto?
El olfato de los perros es muy importante también para nosotros los humanos, ya que muchas razas han sido seleccionadas por la calidad su olfato, y su capacidad de distinguir olores o de detectarlos en la distancia. Gracias a ellos podemos encontrar personas perdidas incluso a kilómetros de distancia, evitar bombas, detectar mercancías ilegales en aduanas, localizar presas, trufas… Un sinfín de situaciones en los que la nariz del perro es un gran aliado. Incluso recientes estudios están utilizando perros para detectar cáncer en humanos, ¿sorprendente verdad?